¿Es posible recuperar el nivel de competencia tras una enfermedad potencialmente mortal?
Dos horas y diez minutos bastaron para que la tenista rusa Alisa Kleybanova volviera con un triunfo al tenis profesional, menos de un año después de ser diagnosticada con la enfermedad de Hodgkin, un cáncer del tejido linfático del que no se conocen las causas.
En el abierto que se disputa en Miami, el jugador de fútbol americano Mark Herzlich vivió una historia similar,le habían dicho que tenía sarcoma de Ewing, un tipo extraño de cáncer en los huesos, y que era posible que nunca volvería a caminar.
Su regreso parecía improbable y, sin embargo, el linebacker o apoyador viajó con su equipo, los Gigantes de Nueva York, al más reciente Superbowl, en Indianápolis (al final no fue alineado).
Estos son las más recientes historias de deportistas que lograron superar un cáncer para regresar profesionalmente a sus disciplinas.
Los expertos coinciden en que por su actividad profesional, los deportistas tienen una ventaja de entrada frente a quienes no realizan actividad física de alto nivel.
Explica Kathryn Schmitz, profesora de la facultad de medicina de la universidad "Hay décadas de evidencias que muestran que los individuos que están mejor físicamente -y los atletas claramente entran en esta categoría- resistirán cualquier tratamiento médico al que tengan que someterse con menos complicaciones y una recuperación más rápida que quienes son sedentarios y están fuera de forma"
En el caso de Lance Armstrong, el ciclista que superó un cáncer testicular (con metástasis en sus pulmones y cerebro) para ganar luego el Tour de Francia en siete ocasiones, eso parece estar claro.
Su oncólogo, Craig Nichols, señala que Armstrong tenía un estado físico extremadamente bueno al comenzar el tratamiento -antes de ser ciclista había sido triatleta profesional- y que eso lo ayudó a tolerar la quimioterapia y las cirugías, hasta el punto que le pudieron dar la dosis completa de medicamentos sin que el sufriera alteraciones importantes.
Nancy Angus está de acuerdo, ella es la directora ejecutiva de la fundación que creó Mario Lemieux, un exjugador de hockey sobre hielo que superó un linfoma de Hodgkin y se convirtió luego en una leyenda de los Pittsburgh Penguins y en miembro del hall de la fama de la liga de hockey de Estados Unidos y Canadá .
Abidal, futbolista francés de Barcelona, deberá someterse próximamente a un transplante de hígado, lo que pone seriamente en duda su regreso a las canchas. En marzo del año pasado le había sido extirpado un tumor en ese mismo órgano, tras lo cual ganó la Liga de Campeones con su equipo.
El golfista australiano Lyle, por su parte, se recupera de su primera sesión de quimioterapia luego de que le fuera diagnosticada una recurrencia de leucemia. Su primer diagnóstico fue a los 17 años y hoy tiene 30. Entre las dos enfermedades logró competir en el PGA Tour.
es recomendable hacer ejercicio como parte de un tratamiento anticancerígeno.
"Hay evidencia convincente para afirmar que cualquier persona que ha sido diagnosticada con cáncer debería permanecer tan activa como le sea posible durante todo su tratamiento".
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