En el verano europeo de 2010, encontró lo que buscaba en un archivo de Ratisbona, en el Alto Palatinado: más de 500 cuentos de hadas recopilados por un historiador local llamado Franz Xaver von Schönwerth.
Explica entusiasmada. Se trata de historias populares que se contaban en forma oral. "El valor cultural es inmenso, treinta cajas de cuentos de hadas que reflejan la vida popular de comienzos del siglo XIX"
Explica Eichenseer. Si no fuera por el arduo trabajo de Franz Xaver von Schönwerth, la mayoría de esas historias estarían sepultadas para siempre. "Eran una especie extinguida"
Pero este historiador se tomó el trabajo de hablar con todo el mundo hasta en los pueblos más pequeños de Baviera, y lo más importante, dejó todo anotado de su puño y letra.
Añade."Lo interesante es que no cortó nada, ni modificó, ni lo adaptó para niños, está tal cual lo contaba la gente común de aquella época", resalta Eichenseer. "Así refleja la vida de aquella época de una manera muy transparente",
La transcripción es muy compleja ya que está todo "escrito a mano en letra gótica" 
A su entender el valor cultural, más allá de lo literario, tiene que ver con dos cuestiones. "No sólo describe muy bien las costumbres del pueblo en el siglo XIX, sino que también muestra los valores que la gente tenía en aquella época", destaca el profesor Daniel Drascek, de la Universidad de Ratisbona,
Todo empezó por el deseo de Erika de encontrar más cuentos de hadas. El destino la llevó a donde esas historias dormían un sueño que podía haber sido eterno. Pero ella las sacó de la oscuridad. Cientos de años después, brujas y hadas volvieron a cobrar vida.
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