Los cocodrilos adultos tienen la mordida más fuerte que cualquier animal, y no discriminan sobre lo que comen: puede ser un ñu, un pescado o un ser humano.
Las cifras muestran que 55% de los ataques de cocodrilos son fatales y se espera que, al entender el comportamiento de estos reptiles, se puedan salvar vidas.
El cocodrilo del Nilo es una especie protegida en Botswana según la ley de la vida silvestre, y la población de cocodrilos está creciendo lentamente mientras aumentan los niveles de agua y está disponible un mayor hábitat.
El zoólogo Adam Britton ha estado estudiando a los cocodrilos durante casi 18 años, y se dirigió al Delta del Okavango en Botswana para conducir un proyecto piloto de una semana que investigó dónde se esconden antes de atacar y cómo detectan a sus presas.
Britton afirma que "los cocodrilos apuntan a presas en la superficie, de modo que la principal 'zona de peligro' es metiéndose y saliendo del agua".
Los miembros del equipo observaron a cocodrilos "caminando" en el fondo del río, lo cual los ayuda a conservar energía, y descubrieron que incluso podían tocarles las colas, siempre que no hicieran movimientos repentinos y se mantuvieran lejos de sus cabezas.
Expresó el doctor Britton: Queríamos saber dónde descansan... así que tuvimos que entrar a 'cuevas de cocodrilos'"
"Estas son áreas bajo riberas, donde sobresalen las riberas, donde el agua es ligeramente más caliente y muy tranquila, y si miras hacia arriba, el cocodrilo tiene una mejor visión de lo que está en la superficie: las siluetas a contraluz".
Britton también desea saber qué tan bien ven los cocodrilos bajo el agua. Los cocodrilos tienen un tercer párpado: una membrana transparente que cierran cuando están bajo el agua. Su hipótesis era que, por lo menos, serían capaces de ver sombras y formas a través de ellos y comenta:"Probamos la visión del cocodrilo usando un objeto de color claro (una bola de poliestireno) y reaccionó tan pronto como al estar a un metro de su cabeza"
Tienen una visión razonable bajo el agua, suficiente como para detectar objetos relativamente pequeños a una notable distancia de su cabeza, y suficiente para detectar objetos más grandes más lejos y tambien ,ver siluetas, como objetos sobre ellos, con facilidad. Obviamente, el agua tiene que estar lo suficientemente clara como para permitirlo, y este no es siempre el caso para los cocodrilos en la naturaleza".
Descubrieron a su vez que los cocodrilos tienen un excelente oído bajo el agua, y son capaces de detectar frecuencias bajas inaudibles para el oído humano y vibraciones a varios metros de distancia. Pero es un aspecto que también requiere más estudios.
Britton espera que su investigación mejore la seguridad humana en áreas infestadas de cocodrilos y volverá al Delta del Okavango este año.
Hay un gran apuro por convertir el Delta del Okavango en área de conservación de cocodrilos, y esto nos ayudará a establecer el movimiento genético de los cocodrilos en distintas áreas y a encontrar dónde puedan estar las áreas de apareamiento".
Britton afirma que es importante proteger a los reptiles, pues son parte integral del ecosistema del Okavango, pero hay un conflicto entre la gente local y la especie.
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