Los investigadores del Centro Cochrane del Reino Unido llevaron a cabo una revisión de 17 estudios en los que habían participado 366 personas.
Encontraron que el agua fría sí alivia el dolor muscular pero puede provocar una respuesta de choque en el organismo e incluso puede ser perjudicial.
Puede haber mejores formas de aliviar la rigidez muscular, agregan, por ejemplo, una carrera corta y ligera o sumergirse en un baño de agua templada.
La estrategia de sumergirse en agua fría o helada, una técnica llamada crioterapia, se usa para reducir la inflamación, rigidez y dolor que se producen después del uso muscular intensivo.
Se trata del llamado dolor muscular de aparición tardía (DMAT), el cual suele aparecer al día siguiente de haber realizado el ejercicio.
La técnica comenzó con los deportistas de élite pero cada vez es más popular entre los atletas aficionados.
Se dice que la inmersión en agua fría reduce la inflamación muscular y sus efectos asociados.
Los investigadores del Cochrane querían comprobar si existe evidencia clínica que apoye estas afirmaciones y si la técnica realmente funciona o es dañina.
En los estudios que compararon la inmersión en agua fría con el descanso o con no hacer nada para aliviar el dolor se encontró que con la inmersión hubo una "reducción significativa" en el dolor muscular hasta cuatro días después de haber hecho ejercicio.
Pero muy pocos estudios compararon la inmersión con otras estrategias, por lo cual, dicen los investigadores, es muy prematuro afirmar que ésta es la mejor estrategia para el dolor de extremidades.
Explica el doctor Bleakley "es importante considerar que la inmersión en agua fría induce cierto grado de choque en el organismo".
"Necesitamos asegurar que la gente no se ponga en riesgo, especialmente si se están exponiendo a agua muy fría durante períodos prolongados" agrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario