El creador de la casa, Simon Dale, no es arquitecto ni ingeniero, sino un fotógrafo interesado en la ecología y quien se valió de materiales locales como piedra, madera y paja,sólo costó unos US$4.700.
La motivación inicial para construir la casa fue "la necesidad de dar alojamiento a su familia de una manera accesible".
Utilizó ademas, objetos y materiales reciclados e instaló un panel solar para suplir las necesidades de electricidad.
Fue excavada en las laderas de una colina, usa piedra y barro para los muros los contención e incorpora en su estructura piezas de roble recogidas en los bosques cercanos.
En cuando a las instalaciones de plomería y cableado, se abasteció de piezas que habían sido desechadas por otras personas y que pueden ser halladas en cualquier basurero, en cualquier lugar.
El suministro de agua se vale de la gravedad y se alimenta de manantiales de la zona.
La idea que los animó a él y a su familia fue "disminuir el consumo de energía e incrementar drásticamente la productividad de la tierra".
Dale y su familia, ahora trabajan en la consolidación de un programa de vivienda del denominado proyecto Lammas, un "aldea ecológica" de "bajo impacto" medioambiental.
Los involucrados en el proyecto buscan demostrar una vez más que no sólo los materiales reciclables y los productos sostenibles son rentables, sino que también lo es la imaginación.
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