Se le colocó un stent cerebral mediante una técnica que si bien es de uso habitual en los Estados Unidos y Francia, en Argentina sólo se había empleado en el Instituto Fleni.
Un aneurisma es la dilatación de la pared de una arteria o vena, lo que forma como una suerte de “bolsillo” en el vaso sanguíneo que impide la correcta circulación de la sangre.
El riesgo radica en que se rompa y provoque un accidente cerebrovascular o que comprima otras áreas cerebrales.
Sostuvo Eduardo Tejado, neurocirujano a cargo de la operación:“Es la primera vez que operamos un aneurisma de semejante dimensión. El 70 por ciento de los que intervenimos no superan un centímetro de diámetro.
La intervención de estas patologías por métodos convencionales requiere unas 12 horas y se realiza bajo la modalidad conocida como “a cielo abierto”, con anestesia general, lo que implica un mayor riesgo para el paciente.
“Este nuevo stent es lo suficientemente cerrado para desviar el flujo, tiene buena navegabilidad, lo que permite su acceso a arterias muy diminutas del cerebro, explico el medico.
El especialista, quien comenzó a aplicar esta técnica en su paso por el Instituto Fleni, se manifestó satisfecho “por poder aplicar estos avances de la neuromedicina en un hospital público“, y agradeció “la voluntad del gobierno de la Provincia para adquirir estos stents de alto costo que nos permiten brindar una mejor calidad prestacional a los pacientes”
En este caso, en cambio, se colocó el stent por cateterismo a través de una incisión en la ingle. Este stent tiene la particularidad de desviar el flujo sanguíneo del saco aneurismático y reconducirlo hacia la arteria.
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