Conocida como la dieta KE (Ketogenic Enteral), es promocionada desde hace menos de un año por el médico Oliver di Pietro, que, desde su clínica de Miami, defiende que sus pacientes “no pasan hambre porque el suministro de alimento es constante” (800 calorías al día) y pierden “cerca del 10% de su peso en diez días”.
Consiste en introducir en el organismo, por un tubo nasogástrico que el paciente lleva puesto 24 horas al día durante todo el tratamiento, una solución de aminoácidos, vitaminas y minerales “muy parecida a la que se suministra en los hospitales a quienes no pueden comer”.
El tratamiento cuesta 1.500 dólares y se está haciendo muy popular entre novias a las que no les importa estar diez días con un tubo en la nariz con tal de perder peso antes de la boda.
“Entre las novias y entre todo tipo de mujeres. Es normal: qué mujer no quiere perder 20 libras (9 kilos) en diez días“, dijo entre risas la portavoz, quien apuntó sin embargo que también son muchos los hombres que acuden a este doctor por problemas de sobrepeso y cardíacos, así como por cuestiones estéticas.
La creciente popularidad de esta dieta -disparada desde que la semana pasada el diario The New York Timespublicó un artículo sobre ella- está desatando preocupación y críticas de los expertos.
Ironiza Katz.“Básicamente apoya la idea de que cualquier medio es bueno para perder peso. Siendo así, ¿por qué no diez días prenupciales a base de cocaína? Funcionará tan bien o mejor, y al menos será más divertido que una sonda nasogástrica
Asegura al respecto la portavoz de Di Pietro,“Este método es nuevo en los Estados Unidos, pero lleva ocho años aplicándose en Europa”, quien agregó: “¡Qué puede haber más seguro que la dieta que se da todos los días a enfermos de todo el mundo para salvarles la vida!”
El propio Di Pietro, con antecedentes de obesidad en su familia y que ha llegado a pesar más de 110 kilos, no ha dudado en realizar su propia dieta en varias ocasiones.
“Se trata del impulso inicial, que, con unos resultados tan drásticos, elevan la moral y animan a mantenerse”, explicó. “Luego el doctor recomienda una nueva dieta, generalmente con carbohidratos, que ayuda a mantenerse o a seguir perdiendo peso más lentamente”.
Di Pietro, que dice tener 25 años de experiencia como doctor, asegura someter a sus pacientes a un examen médico y psicológico previo y les pide que durante el tratamiento acudan a la consulta tres veces para supervisar su evolución.
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