Era un pueblo tan remoto y gélido, perdido entre las montañas chinas de la provincia de Guizhou, que hace siglos lo bautizaron como Goushi, caca de perro en español, porque sólo los perros vagabundos se atrevían a visitarlo.
"Era una forma de decir que sólo los perros visitaban el pueblo para hacer sus necesidades", comentó un vecino del lugar.
Los habitantes de "Caca de Perro" han tenido que vivir durante generaciones con el oloroso nombre y la burla de los pueblos aledaños, hasta ahora.
El pueblo, que no supera los 300 habitantes, reunió los trámites legales necesarios para cambiar de nombre a la localidad.
Su nuevo nombre, más agradable y reconfortante es Jinxin, que significa Feliz y Próspera.
Feliz y próspera
El director de la policía de la provincia de Guizhou eligió el nombre entre sesenta candidatos, señala el diario provincial Guizhou City News.
Todo comenzó con un grupo de vecinos que, hartos y humillados por las bromas, escribieron una petición de cambio de nombre que firmaron y entregaron a las autoridades de la comarca.
El departamento de policía se decantó finalmente por Jinxin no sólo por sus connotaciones positivas, sino porque el carácter chino "Jin" significa "policía", que simboliza el lazo entre los habitantes y las autoridades que han rebautizado el lugar.
Una de las razones argumentadas por los lugareños para el cambio de nombre es que desde mayo del año pasado ya cuentan con una carretera que por fin une al nuevo Jinxin con el resto del mundo.
Caca de perro, ese lugar remoto y sólo apto para perros perdidos, ha quedado en el pasado, señalan sus renovados y felices habitantes.
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