El sexo oral se ha convertido en "una parte muy importante del repertorio sexual de las jóvenes", según se desprende de un estudio llevado a cabo en Canadá.
La investigación tenía como objetivo indagar sobre los cambios en los comportamientos y actitudes de las mujeres hacia esta práctica sexual y conocer cuáles son las implicaciones de ello para las adolescentes, los padres y para la educación sexual en general.
Malacad asegura que una de las conclusiones más relevante de su investigación -que apareció recientemente publicada en la Revista Europea de Contracepción y Salud Reproductiva- "es que las actitudes respecto al sexo oral están cambiando y se ha convertido en una práctica sexual común entre los jóvenes".
Del estudio -en el que participaron 181 mujeres de entre 18 y 25 años- se desprende que "el sexo oral es tan común como el coito o incluso más común entre las jóvenes adolescentes" heterosexuales.
De hecho, todas las encuestadas que reconocieron mantener relaciones sexuales con penetración admitieron también practicar sexo oral.
Las mujeres asocian el coito y el sexo oral con emociones positivas, lo que sugiere que la mayoría llevan a cabo estas prácticas porque las disfrutan", asegura Malacad.
Un dato curioso es que "algo más del 30% de las participantes afirmaron que cuando realizan una felación se sienten poderosas".
Por otro lado, mientras que el 50% de las encuestadas considera el sexo oral como una práctica menos íntima que el coito, el 41% cree que es igual de íntima y un 9% lo percibe como una práctica aún más íntima.
Malacad subraya que los resultados del estudio no deben hacer pensar que existe una mayor promiscuidad entre las jóvenes.
De la muestra de 181 chicas, muchas sólo habían tenido una pareja tras volverse sexualmente activas y el 25% no habían mantenido ningún tipo de relación sexual.
n aspecto que la autora del estudio quiere resaltar es el elevado número de jóvenes que practican sexo oral sin protección: el 82% de las encuestadas reconocieron que nunca habían usado un preservativo cuando practicaban una felación, frente al 7% en el caso del coito.
"Eso significa que el mensaje sobre el sexo seguro que educadores y medios intentan trasmitir a los jóvenes se entiende bien en lo que se refiere al coito pero no en cuanto al sexo oral", le dijo Malacad a BBC Mundo.
"Necesitamos ponernos al día y hablar de esta práctica como parte del currículo de la educación sexual y (los jóvenes) deben entender que han de protegerse igual que con cualquier otra práctica sexual", aseguró la investigadora.
Según Malacad, la relajación de las jóvenes frente al sexo oral se debería a que muchas de ellas no saben que las enfermedades sexuales pueden transmitirse con esta práctica.
Es por eso que destaca la importancia de que tanto padres como educadores aborden en sus charlas esta práctica.
Según Malacad, la relajación de las jóvenes frente al sexo oral se debería a que muchas de ellas no saben que las enfermedades sexuales pueden transmitirse con esta práctica.
Es por eso que destaca la importancia de que tanto padres como educadores aborden en sus charlas esta práctica.
"Para ofrecer educación sexual que sea relevante debemos adentrarnos en estos asuntos difíciles: enfermedades de trasmisión sexual y las formas de trasmisión, especialmente a través del sexo oral, así como las implicaciones sociales y emocionales de las prácticas sexuales",
Conluye."Para ofrecer educación sexual que sea relevante debemos adentrarnos en estos asuntos difíciles: enfermedades de trasmisión sexual y las formas de trasmisión, especialmente a través del sexo oral, así como las implicaciones sociales y emocionales de las prácticas sexuales".
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