Una isla paradisíaca. Viajes. Una casa de lujo junto al mar. Un salario de US$110.000. Ese fue el trabajo que se ganó el británico Ben Southall en 2009. "El mejor trabajo del mundo", como lo catalogaron. Tres años después, ¿qué pasó con él?
Southall venció a 34.000 personas que postularon al puesto y aceptó el cargo acompañado de quien entonces era su novia.
Su labor era pasar los siguientes seis meses viajando y promoviendo el área. Una labor para la que él ya tenía algo de experiencia, pues es un viajero experimentado que ya había completado expediciones en solitario por África.
Southall viajó a Australia para asumir un cargo inusual probando las atracciones turísticas alrededor de la Gran Barrera de Coral.
Parte de su trabajo consistía en mantener un blog con fotos, videos y entradas diarias en las que documentaba sus experiencias para ayudar a promocionar el área como un destino turístico a nivel mundial.
Pero el trabajo como tal no fue lo que él imaginó en un principio.
"Cuando vi la publicidad pensé que sería como vivir en una isla desierta, como Tom Hanks en la película Náufrago", dijo.
"Pero se volvió algo más grande. Después de que gané, tuve un espacio de diez minutos en el show de Oprah Winfrey que fue presentado en 140 países. Entonces pensé 'esto ahora sí que es grande'".
El trabajo también incluyó largas jornadas, pues Southall, que ahora tiene 37 años, trató de visitar todo lo que pudo en la región.
"Trabajé mucho. Debería haberse titulado 'el trabajo más pesado del mundo'".
"Cada día era una experiencia distinta: montar en jet ski, hospedarme en hoteles de cinco estrellas, bucear. Y luego escribir sobre todo eso".
"Me esforcé mucho porque tengo una ética laboral muy estricta".
"Hay 150.000 personas trabajando en turismo en Queensland, así que la presión era bastante alta por la responsabilidad que sentí hacia ellos
El trabajo no estuvo exento de riesgos. En una ocasión, a Southall lo picó una medusa irukandji, cuyo veneno puede ser letal.
Pero a pesar de las presiones y del encontronazo con una de las criaturas mortales de Australia, su experiencia fue positiva.
Y aunque muchos dijeron que el trabajo era un ardid publicitario, él realizó su trabajo con seriedad e impresionó a sus empleadores, con quienes trabaja ahora como "embajador turístico".
Por su trabajo ahora promociona todo el estado en vez de sólo el área alrededor de la Gran Barrera de Coral.
ignifica que estoy viajando más por el estado de Queensland, en el interior, la selva tropical y en la Costa Dorada".
"Soy un reportero sin destino fijo. Produzco y hago contenido en video y manejo un blog".
También hizo una serie de seis partes con National Geographic y estuvo involucrado en un show australiano para niños, llamado Totally Wild.
Pero no había realizado una expedición a gran escala desde su época en África, y le hacía falta el reto de un proyecto grande, así que en mayo de 2011 comenzó lo que llamó "la mejor expedición del mundo".
El aventurero viajó 1.600 kilómetros, durante cuatro meses, en un kayak por la Gran Barrera de Coral, siguiendo la ruta que el capitán James Cook hizo hace más de 240 años.
"Quería mostrarles a las personas que la Gran Barrera de Coral está viva y bien. Hay gente que piensa que está muerta", añadió.
La expedición mantuvo vivas sus ansias de conocer el mundo y ahora le gustaría tener aventuras en Asia.
Pero a diferencia de sus travesías solo por África, es poco probable que su próximo viaje sea en solitario pues este año se casará.
Dijo: "Yo viajé acá en una relación, que terminó hace un par de años".
"Entonces estuve solo hasta que conocí a Sophee en un evento de turismo, hace 18 meses".
Los dos se comprometieron y en noviembre viajarán a la isla de Hamilton, el primer hogar de Southall en Australia, para su matrimonio.
Cuando reflexiona sobre los últimos tres años, dijo que no esperaba quedarse. "Siempre he viajado y he tenido deseos de recorrer el mundo. Ahora es el periodo más largo que he permanecido en un solo lugar".
"Hace cuatro años estaba viajando por África en un Land Rover. Ahora vivo en Brisbane, que es una ciudad. No una muy grande, pero nunca antes había vivido en una ciudad".
Dijo que pensó que si no hubiera ganado la competencia, habría continuado repartiendo su tiempo entre trabajar en Reino Unido y viajar a lugares poco accesibles.
"El trabajo me ha permitido tener aventuras y seguir explorando, escribir sobre eso y aprender nuevas herramientas como grabar, editar, presentar, hablar en público y hacer trabajo en televisión".
"Es genial haber hecho esas cosas y de no haber sido por la competencia, no creo que las hubiera hecho"
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