Los investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, Estados Unidos, encontraron que el alto consumo de estos productos, que son ricos en compuestos antiinflamatorios y antioxidantes, puede retrasar unos 2,5 años el deterioro cognitivo que ocurre con el envejecimiento.
Aparece publicado en Annals of Neurology, la revista de la Asociación Neurológica Estadounidense.
Este estudio, afirman los investigadores, es el más amplio y más largo que se ha realizado sobre este vínculo.
Los estudios pasados han mostrado, por ejemplo, que los arándanos, en particular los azules, son considerados "superfrutas" por su extraordinario nivel de flavonoides.
Los flavonoides son compuestos que se encuentran de forma natural en los vegetales y tienen poderosas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Se cree, por ejemplo, que estas sustancias son capaces de prevenir la oxidación, una reacción química que puede dañar o matar a las células.
Como este proceso de estrés oxidativo parece ser una parte esencial en muchas enfermedades, desde hace tiempo los investigadores estudian a estos compuestos por su potencial tratamiento para varios trastornos, incluido el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Los expertos creen que los procesos de estrés e inflamación contribuyen también al deterioro cognitivo y que incrementando el consumo de flavonoides se pueden mitigar esos efectos perjudiciales.
La nueva investigación confirma ahora los beneficios de las frutas del bosque en el retraso del deterioro cognitivo que conduce al Alzheimer y otras demencias.
"lo que hace a nuestro estudio único es la cantidad de datos que pudimos analizar durante un período largo de tiempo".
"Ningún otro estudio sobre frutas del bosque ha sido conducido en una escala tan grande".
"Estamos mostrando la primera evidencia epidemiológica de que las frutas del bosque parecen retrasar la progresión del deterioro de la memoria en las mujeres mayores".
Tal como señalan los investigadores, llevar a cabo estos cambios simples en la dieta durante los primeros años de la adultez podría ofrecer beneficios más tarde en la vida.
Los estudios han demostrado que nuestras capacidades cerebrales, que incluyen el razonamiento, la memoria y la comprensión, comienzan a deteriorarse desde los 45 años.
Por eso, dicen los expertos, cualquier medida que ayude a reducir el riesgo de desarrollar demencia más tarde en la vida es positiva.
Según la doctora Devore "nuestros hallazgos tienen implicaciones importantes de salud pública porque incrementar el consumo de frutas del bosque es una modificación dietética simple para reducir el deterioro de la memoria en los adultos mayores".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 35 millones de personas viven con demencia en el mundo y el número se duplicará en el 2030.
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