Andrew Glanie es uno de los tres británicos que participan en la puesta a prueba del exoesqueleto biónico. |
Glanie es uno de los tres británicos que se están beneficiando de un programa piloto para poner a prueba el Ekso eskeleton, una tecnología desarrollada en Estados Unidos con fondos del Departamento de Defensa.
Esta estructura robótica impulsada por baterías, se coloca por encima de la ropa del paciente y le permite controlar a voluntad la flexión y movilidad de sus piernas.
"No puedes parar de sonreír a todo el mundo, es increíble que esté pasando", explica Glanie, "es un aparato impresionante. Cuanto más lo llevas más quieres estar en él todo el día".
Para poder usar el exoesqueleto, los pacientes deben cumplir unos requisitos concretos, como medir entre 1,5 y 1,9 m de alto, no pesar más de 100kg y contar con un buen estado físico de cintura para arriba.
El aparato cuesta US$162.000, y por el momento los afortunados sólo pueden hacer uso de él durante sus sesiones de fisioterapia bajo supervisión de personal especializado.
Pero Ekso bionics, la empresa estadounidense que lo desarrolló, informó que la idea es diseñar un prototipo más ligero, barato y autónomo que podría estar disponible dentro de dos años.
Los fisioterapeutas aseguran que el exoesqueleto permite tonificar los músculos y mantener sano el corazón de sus pacientes, al estimular su sistema circulatorio.
El centro Tecnology in Motion de Leeds en Reino Unido, es uno de los nueve centros en el mundo que están poniendo a prueba esta tecnología, con el fin de evaluar sus beneficios psicológicos y físicos.
Aparte de los exoesqueletos de Ekso Bionics, existen varios otros prototipos actualmente en fase de prueba en el mundo.
Por ejemplo, la empresa japonesa Honda, ya ha presentado varios modelos de exoesqueleto para permitir que las personas caminen con menor esfuerzo, lo que podrían ser útil para gente aquejada de esclerosis múltiple, parkinson o simplemente de edad avanzada.
Otro uso que se quiere dar a esta tecnología es el militar. Con la ayuda de estos exoesqueletos, los militares no sólo pretenden reducir la fatiga de sus soldados sino también que estos sean capaces de llevar consigo pesadas cargas sin esfuerzo.
Un exoesqueleto más ligero, barato y autónomo podría estar disponible dentro de dos años. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario