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sábado, 14 de abril de 2012

LA GENERACION PERDIDA DEL TITANIC


En el viejo cementerio de Southampton, puerto de partida del Titanic, hay 44 lápidas desgastadas por el viento y la lluvia, pero ninguna corresponde a una tumba.
Las lápidas llevan los nombres de los residentes que murieron cuando se hundió el Titanic, tras haber chocado contra un iceberg en abril de 1912.Lápida en el Viejo Cementerio de Southampton

En algunos casos, las familias no pudieron pagar la repatriación de los cuerpos de sus seres queridos. Otros, desaparecieron en el mar.
Aunque ha pasado un siglo, cada año llegan flores frescas.
Más de 540 personas de la ciudad perecieron en el desastre.
La escala de la pérdida para Southampton estuvo casi a la par con los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, donde murieron 630 personas, y tuvo una repercusión de décadas.
"En Southampton conmemoramos en vez de celebrar al Titanic. Había tales privaciones y tanto entusiasmo por conseguir un trabajo en el Titanic. Todo para llegar a este fin amargo. Se trataba de gente común y corriente." dijo La voluntaria del cementerio Gillie Dunkason.Familiares de las víctimas del Titanic.

Un siglo después, en toda la ciudad se encuentran sitios donde se recuerda a las víctimas de manera individual, ingenieros, músicos trabajadores de correos, y edificios intimamente ligados a los sucesos de 1912.
Una huelga del carbón, ese año, había dejado a miles de trabajadores sin empleo en Southampton, por lo que cuando el Titanic comenzó a reclutar gente el sábado 2 de abril, parecía la mejor de las buenas nuevas.
La llegada del Titanic significó un impulso enorme para las firmas locales.
Malsmery Road, en Southampton
Los ocho hombres que vivían en Malsmery Road y que se emplearon en el Titanic perdieron la vida. 
Oatley and Watling suministraba las frutas frescas y las verduras y el enorme vivero de F.G. Bealing, en Highfield, proporcionaba 400 plantas para el barco y flores para el ojal para cada pasajero de primera clase.

Mientras los pasajeros de primera clase se instalaban en el hotel South Western antes de la partida del transatlántico, muchos de los "de abajo" -carboneros, fogoneros, engrasadores y otros- vivían en malas condiciones en la vieja ciudad, en barrios tales como Northam, Chapel y St.Mary.
El capitán Edward Smith vivía en una imponente casa de seis habitaciones en Winn Road.
Muchos sobrecargos y oficiales vivían en los nuevos suburbios de Freemantle y Shirley. En una sola calle, Malmesbury Road, perecieron los ocho hombres que fueron al mar.
Más de 720 de los 900 miembros de la tripulación eran de Southampton, y casi la totalidad, excepto tres, eran hombres.
Los rumores de que el "imposible de hundir" Titanic había desaparecido en el fondo del mar llegaron por primera vez a Southampton, temprano, el lunes 15 de abril, cuando los barcos empezaron a transmitirse mensajes en el Atlántico.
Familiares desesperados por noticias comenzaron a reunirse en la oficinas de White Star Line, en Canute Road.
Pero tomó varios días llevar a los sobrevivientes a Nueva York y mandar la lista al Reino Unido.
El historiador Jake Simpkin, quien conduce excursiones por los sitios del Titanic en Southampton, dice que por esa semana "las banderas ondearon a media asta, los periódicos estaban llenos de obituarios y Southampton estaba convertido en el centro de la atención mundial. Era muy triste."
Mientras se puede lidiar con las dificultades financieras, las cicatrices emocionales se sitúan a nivel más profundo.
Muchos sobrevivientes tenían increíbles dificultades para reconciliarse con la idea de haber sobrevivido mientras otros habían muerto.









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