¡Todo! Cada neurona en el cerebro está continuamente activa, así esté funcionando despacio.
Las neuronas que dejan de responder, mueren.
Sin embargo, mucha gente parece creer que sólo usamos una parte de nuestro cerebro.
Es extraordinario que ese mito persista cuando ha sido refutado tantas veces.
Hay muchas historias sobre el origen de ese mito: que los primeros electroencefalogramas sólo podían detectar un pequeño porcentaje de la actividad del cerebro, o que los investigadores de principios del siglo XX sólo podían encontrar funciones para un 10% del cerebro.
Alternativamente, podría haber salido de una especulación más sensata de que sólo usamos parte del potencial del cerebro.
Potencial es algo difícil de medir, o siquiera conceptualizar.
¿Qué podría cada uno de nosotros hacer potencialmente dados todos los posibles estímulos, entrenamientos, superalimentos, etc.?
Todo lo que podemos decir con seguridad es que todos probablemente "podríamos hacerlo mejor", pero no porque necesitemos encontrar pedazos de nuestro cerebro en desuso.
Por algún motivo un gran porcentaje de la humanidad cree y además divulga que sólo usamos 10% de nuestra capacidad cerebral.
Gracias a este son vendidos libros, cursos y seminarios que nos enseñan a utilizar los supuestos 90% que no usamos y así nos transformaríamos en seres humanos más capacitados. Al usar toda la capacidad cerebral aprenderíamos más idiomas, haríamos cuentas más rápidas, tocaríamos más instrumentos, en fin podríamos hacer muchas cosas con los 90% del cerebro que tenemos de reserva y que por algún motivo aun desconocido se encuentra descansando y quien sabe si se despierta hasta poderíamos ser 10 veces mas inteligentes!!No se sabe muy bien como nació este mito pero se cree que empieza en 1908 con el libro The Energies of donde William James escribió: usamos apenas una pequeña parte de nuestros recursos mentales y físicos.
Después, en las década de 20 y 30 cuando se hicieron experiencias con ratones, donde se les extirpaba una parte de su cerebro, y ellos conseguían aprender nuevamente algunas tareas especificas, se pensó que estas áreas antes no estaban en uso. Pero resulta que en esa época poco se sabia del cerebro y no habían los métodos que tenemos hoy en de mapeamento.
Uno de los con esta afirmación de los 10% es que no explica que pasa con los 90% que no usamos. Tampoco explica cuales 10% utilizamos, o sea que parte del cerebro usamos y que parte no.
Para que quede más claro, si retiramos 90% de un cerebro humano nos quedamos con un cerebro más o menos del porte de una oveja! bueno, no es que algunas personas no piensen o actúen así, pero eso es otra historia.
Hoy sabemos que una pequeña lesión en el cerebro, que una guinda, nos puede dejar sin hablar o sin ver. Y también sabemos que por la enorme plasticidad que este órgano tiene otras lesiones permite que algunas funciones se realicen aunque algunas áreas estén permanentemente dañadas principalmente en casos de niños o personas muy jóvenes.
Sabemos también que faltando algunas cosas mínimas entre las neuronas, todas ellas, pasamos a tener enfermedades como Alzhaimer o Parkinson y estas enfermedades ocurren en áreas relativamente pequeñas del cerebro, pero también sabemos cuanto estas enfermedades afectan a las personas que la tienen y como cambian su modo de ser.
Sabemos también que usamos todo, o por lo menos gran parte de nuestro cerebro durante todo el día, y esto se puede ver linda y claramente en una imagen de resonancia magnética. Y hasta donde se sabe hoy en día cada pedazo del cerebro tiene sus funciones y aunque no sepamos algunas aun así sabemos que mismo durmiendo el cerebro trabaja y consume emergía todo el tiempo, y todo él por completo!!
Es por esto que no necesitamos perder 20% o 30% ni 80% de nuestro cerebro para perder algunas de nuestras capacidades, con mucho menos perdemos, y mucho.
Entonces, en vez de preocuparnos con cuanto de nuestro cerebro usamos ya que para leer, comprender y/o escribir esto lo usamos todo, preocupémonos con la forma en como lo usamos.
Podemos enseñarle a todo nuestro cerebro siempre. Podemos aprender cosas nuevas todos los días, podemos aprender a ser costureros, carpinteros, escultores, pintores y poetas. Podemos aprender nuevos idiomas aunque no los hablemos con acento perfecto. Podemos aprender a bailar aunque no seamos Fred Astaire. Podemos aprender a cantar. Podemos conocer y aprender de nuevas personas y nuevas culturas, nuevas formas de vida.
Y con suerte podemos hasta volver apasionarnos por todo lo anterior o por alguien especial. Y todo esto gracias al 100% de nuestro cerebro.
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